Un año desde tu partida.

Hace exactamente un año de tu partida. Es difícil ver tu foto sin que las lágrimas se deslicen por mis mejillas. El arrepentimiento por no decirte cuanto te quería y te apreciaba, me carcome desde lo más profundo de mi alma.  Todos se han reunido, todos se han puesto de luto. Yo no puedo hacerlo, no porque no te amase sino porque debo mostrarme y ser fuerte para los demás. Te pido me perdones el no haberme sincerado y te pido me comprendas, te amo pero no pude demostrártelo.

Todavía hay tiempo.

No es tan tarde. Todavía no te vayas. Tu lado de la cama sigue tibia, pero ¿dónde estás?
¿Qué es esa dulce armonía que suena? ¿Blues, una balada tal vez? ¿La estás cantando, verdad? ¿Quieres qué te encuentre? Eso haré, seguiré el ritmo de tu grave voz, de aquel sensual rumor que el viento no puede alejar de mi mente.
Te encontré. Estás de espalda a mi. Te siento estremecer, sabes que estoy atrás tuyo. Rodeo con mis brazos tu pecho. Siento tu fuerza. Tu temor. Tu preocupación a que nos descubran. A qué me dañen.  Pero no te olvides que... no es tan tarde. Todavía hay tiempo.

Única.

Mujer - Basta de confusión, MALDITA SEA. No ves el dolor que nos provoca estar en esta situación de ida y vuelta, a ella tanto como a mi. ¿Acaso no ves esa profunda tristeza en mis ojos, o en los suyos?.
No soportaría tu indiferencia, ni tu rechazo pero... hiere demasiado tu indecisión.
Elegiré yo, por ti. Ve con ella. Te necesita. La amas al igual que me amas a mi. Pero debe ser una de las dos. Yo... sobreviviré y no molestaré. Pero ella te seguirá aunque no la quisieras. Esto es el adiós, mi vida.
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Y así es como dos almas jóvenes quedaron destruidas. Ella, se va mordiéndose los labios intentando atenuar los sollozos que salen de su garganta, clavándose las uñas en sus palmas. Él, se queda con la mirada perdida, dejando correr las lagrimas por su rostro mientras un profundo dolor es su pecho le hace dar cuenta de que... ella es la única.
....................
Hombre - Amor, lo nuestro no termina aquí... es una promesa. Todavía no es tarde para recuperarte. (Susurra mirando el camino por donde se iba la única que en verdad amó, ama y amará)

Menta y limón.

Mis manos son hielo sin tu espalda
Mi frente un infierno sin tu calma
Mis ojos la pena y la mirada
Menta y Limón.
(AMERICANOS - Roque Navaja)

Su tortura recién comenzaba.

Lo supe desde la primera vez que lo vi. Sabía de esa naturaleza salvaje e indómita. Pero cuando vi que sus ojos dorados se volvieron  rojos y que sus pupilas tenían destellos azules, me di cuenta que era momento de huir… pero no pude dejar de mirarlo. Susurraba. Susurraba con su voz grave y ronca, igual que la de ese demonio de andar altanero con él me había encontrado en mis más perturbadores sueños… y pesadillas. No quedaba nada de ese hombre que era mi amigo, nada de aquella mirada divertida ni de su sonrisa torcida, solo podía admirar esa mueca sardónica en su boca y sus ojos llenos de un deseo mordaz.
Pero ese cambio no se debía a mí… si no que estaba dedicado a la persona que era dueña de su corazón, a la cual soy parecida, de la cual tengo parte de su alma.
Me observaba, y al mismo tiempo no me estaba mirando a mí, la estaba mirando a ella, buscando el porqué de su traición, y como llevar a cabo su venganza.
Tronó sus manos y sus garras destellaron… su pelo rubio plateado brillaba con la luz de la luna dándole un ese toque siniestro y atrayente. Un escalofrío me recorre hasta la nuca. Mi instinto me sigue diciendo que huya, pero nunca hago lo que me dicen.
Soy consciente de esa fortaleza que irradia, que me reduce a algo ligero en comparación. Se acerca a mi cuerpo, con esa mirada sádica que nunca antes había visto en sus ojos dorados y se mete en mi mente… induciéndome imágenes turbulentas, las mismas que aparecen en mis pesadillas. Veo la sangre, sus ojos rojos y a una mujer parecida a mí, siento la lluvia y el frío aire del bosque, huelo el hedor de la putrefacción y escucho una respiración agónica junto con gritos desgarradores… pero también me veo a mí, quieta, vacía, como si no tuviera alma.
 Entonces él ronronea cerca de mi oído y volví en sí, advierto mis lagrimas cayendo y su lengua caliente atravesando por mi mejilla… en ese instante supe con claridad que mi tortura recién comenzaba.

Decisión

"En consecuencia, sobre esta base el hombre había tomado la siguiente y muy racional decisión: le arrebataría la virginidad en ese viaje cuando deseara hacerlo, ella disfrutaría tanto como él, y se casaría con ella en cuanto llegaran a Inglaterra, lo cual, tuvo que admitir ya, era una unión que deseaba casi exclusivamente porque ella no consentiría en absoluto. Hacía solo unos días había jurado no casarse con ella ni con nadie que no lo quisiera como individuo, pero las recientes acciones de esa mujer le habían hecho cambiar de idea."                                                                                                                                     (Encantos ocultos)

Déjame

Déjame estar un minuto más a tu lado,
Déjame permanecer contigo en este momento.
Déjame quedarme en este lugar.
Disfrutemos el aquí y el ahora.
Déjame ver esa soltura y libertad.
Déjame ser parte tuya.

Nadie...

Nadie escribe lo que siente.
Nadie siente lo que escribe.

Excusas

Tienes que encontrar otra excusa para acercarte.
Lanzarte encima de mí cada vez que nos veamos,
va a terminar lastimándonos.

Ella y Él

Ella es solo una niña
Él casi un señor.
Él es dueño del mundo,
y Ella de su amor.

No soy ella

Simplemente no puedo.
Te veo y siento que la buscas en mi mirada. Que buscas esa nostalgía que ella tiene. Esa que te hacía sentir fuerte y que a ella la hacía parecer débil.
Soy más fuerte que ella, no puedo depender de ti...
porque definitivamente yo... 'No soy Ella'

Piensa

Besa mis labios y no pienses en ella,
Piensa en mi, en la qué está en éste momento y lugar a tu lado.

La felicidad

Esa mujer fantasma.
Que nos da todo a cambio de nada
Que nos obliga a perder la calma
Buscando la felicidad...                                                  (AMERICANOS - Roque Navaja)

Somos tres

¿Qué fué?, ¿Qué pasó?
¿Por qué esta situación?
¿Hay acaso un intruso entre los dos?
¿Es que acaso no crees en mi amor?
A dónde tu vayas, sabes que iré yo.   
                                                                (Franco De Vita)

No...

No me vuelvas loca, apenas puedo solo conmigo.