Dijo lo mismo recientemente. Y entendí que "Nos conocemos todos y aún así... no conocemos a nadie".
Sonreímos siempre, pero si todos supieran lo que ocultan nuestras risas... el corazón les sangraría, como a nosotros. ¿Fuimos descartables? Ya lo creo. ¿Caemos en lo mismo? Absolutamente. Hasta que aprendamos a sonreír a pesar de todo. Hasta que el mundo sea nuestro pañuelo.
