Así es.

Ella tenía la misma  actitud de siempre. Caminaba con esos tacos que la hacían ver elegante.
Se "viste para la guerra", "esa arpía", "no se cómo el jefe la aguanta" se escuchaba murmurar cuándo ella cruzaba las grandísimas puertas de aquella empresa.
Su rostro pétreo, impenetrable y frío acallaba los chusmeríos.
Nadie, nunca, le vio regalar sonrisas dulces por ningún pasillo de aquel lugar.
Con la elegancia que la caracterizaba, con el cinismo en la que la catalogaban, entró sin anunciarse al despacho del jefe, como siempre hacía, e hizo resonar la puerta con el impacto.
"¿Asustando a mis empleados, mujer?"
"Bueno Jefe, hay que demostrarles quién es su jefa" Y le sonrió al único que tenía derecho a ver su lado tierno, arrancándole una suave risa al hombre que se encontraba detrás del escritorio.
"Mujer, vas a a tener que cambiar esa actitud orgullosa" Se lo dice, pellizcándole su nariz y dándole un pequeño beso.
"¡Auch! Pero así te gusto" Se abraza a él.
"Así es, cariño, así es."
Cute Orange Flying Butterfly