
Probemos un poco de esa dulce libertad, que nos incita a gritar desde lo más profundo de nuestro efímero ser. Cuan añorada es la osadía de poder enfrentarse a lo que nos reprime, de ponernos al borde de un balcón para admirar las almas libres. Un poco más, ya está cerca. ¿Es el final de la línea, o el principio de un anhelo?.
Lineas, puntos, rayas, circunferencias, romboides. Son elementos que nos llevan al borde pero no nos dejan cruzarlo. Eliminemoslos de nuestra mente. Colguemonos de ese borde.